Tendrán prioridad las víctimas de violencia, esclavitud sexual o tratos denigrantes.
Aunque no existen cifras oficiales, se estima que en España existen más de 900.000 inmigrantes en situación irregular, y más de 5.000.000 en toda Europa.
Con el actual sistema de política migratoria de los gobiernos europeos, esas cifras seguirán incrementándose de forma exponencial, mientras que el número de repatriaciones que se realizan es absolutamente ridículo y sólo se trata de “gestos de cara a la galería”. Sin embargo, más del 300.000 “sin papeles” aceptarían regresar a sus países de origen bajo las condiciones que la Asociación Aloja España propone.
Partimos de la base de que nadie le ha interesado buscar, realmente, una solución real y práctica al problema, porque las dos partes de la polémica se aferran a posiciones totalmente intransigentes. Por un lado, está la postura que mantiene el propio colectivo de inmigrantes y las organizaciones no gubernamentales que los apoyan, que no buscan otra salida mas que la regularización de estas personas. Y, por el otro, la Administración que mantiene la postura de regularización cero, para nosotros no existes, para nosotros no existes, y cuanto te aburras ya te marcharás. ¿Pero existe alguna fórmula para que las dos partes salgan de una mesa con una respuesta satisfactoria?
La respuesta no se puede obtener si no se aborda en profundidad la raíz del problema de estas personas, y esto parece que realmente no lo han visto ninguna de las partes, cegadas en posturas radicales. Mientras tanto, y parece que sin solución de continuidad, la única forma de subsistir que tienen los sin-papeles es el mercado negro, es decir, a través de la contratación irregular y de las mafias (esclavitud sexual, tráfico de drogas, hurtos y robos, venta ilegal, etc.).
¿Son víctimas o delincuentes? Y, si tan mal están, ¿por qué no se van a su país? Es esa y no otra, la clave a resolver y que nadie se ha planteado con rigurosidad.
La respuesta es muy sencilla: por dignidad y falta de futuro. La inmensa mayoría de las familias de las mujeres y hombres que entran en España a través de cayucos, pateras y aeropuertos han de vender lo poco que tienen para sufragar los gastos del viaje con la esperanza de que éstos los proveerán de futuro cuando alcancen su Dorado. Si decidieran retornar habiéndolo perdido todo, no sólo se enfrentarían a las miserias que dejaron atrás, sino que tendrían que soportar el peso de la ruina familiar y el ser vistos y rechazados como auténticos fracasados dentro de su comunidad. Sin embargo, esto podría ser fácilmente subsanado por parte de los europeos.
Se supone, -ya que por esta hipócrita postura de hacer como si no existieran no hay cifras oficiales- que son más de 900.000 los inmigrantes en situación irregular que actualmente se encuentran en territorio español (y más de 5.000.000 en toda Europa.
Teniendo en cuenta lo que cada inmigrante en situación irregular le cuesta al Estado diariamente -nos quedaríamos helados si un día nos dijeran los Gobiernos de turno (sin distinción de siglas) lo que las distintas Administraciones se gastan diariamente en comedores públicos, albergues, sanidad, educación, refuerzo de la dotación policial, aduanera y de protección de fronteras, funcionariado de las distintas Administraciones Públicas para asuntos relacionados con dichas personas, ONGs de acogida y de ayuda al colectivo, etc. etc.-, no resulta descabellado pensar que, empleando dichos recursos de otra forma totalmente distinta, en lugar de ir “apagando incendios a hurtadillas” se podría atajar de raíz el problema que provoca realmente los mismos, mediante ayudas directas e individuales que favorezcan el retorno a esos inmigrantes que “no existen” de cara a los gobiernos de las distintas Administraciones de este país y, en general, de esta Europa.
Según Félix Campillo, presidente de la Asociación Aloja España, hay que cambiar la forma de ver a este colectivo, que lejos de ser delincuentes por naturaleza son víctimas de la era de la globalización que nos ha tocado vivir, del desequilibrio económico mundial, y de las políticas en materia de inmigración, donde los permitimos vivir en nuestros países (el porcentaje de deportaciones anual es ridículo) siempre y cuando lo hagan en la clandestinidad, mendicidad y delincuencia ¿son ellos los culpables o son las víctimas?
Y ante este panorama, muchas de estas personas que llevan cierto tiempo viviendo en España en una situación desesperada y que tienen una gran añoranza por volver a su país, en algún momento han pensado en pequeños negocios que allí les permitiría ganarse la vida dignamente (taller de costura, de artesanía, carpintería, etc.). Ahí está la solución del problema: ofrecer un paquete de ayudas que permitiera al inmigrante cumplir sus sueños en su propio país.
Para demostrar que la solución, lejos de suponer un sobrecoste a las arcas del Estado, genera un superávit respecto a lo que ya se está gastando en mantener la situación actual, la Asociación ALOJA ESPAÑA ha lanzado un programa pionero de ayudas para los primeros inmigrantes que lo soliciten, denominado RETORNO CON DIGNIDAD.
El paquete de ayudas que ofrece la ALOJA consiste en: asesoramiento en la elaboración del Plan de Negocio, un curso de formación profesional y empresarial de unos 3 meses de duración, alojamiento y comida durante el curso, viaje al país de origen y un microcrédito para la puesta en funcionamiento del negocio.
Para la financiación de estas ayudas, la Asociación ALOJA ha creado con sus propios recursos un fondo especial, el cual prevé incrementar hasta los 20 millones de euros, gracias a los ingresos que obtenga mediante la promoción de InmoRastrillo, una red de rastrillos inmobiliarios de celebración mensual y simultánea en toda España.
El plazo de solicitud de ayudas ya está abierto, y se dará prioridad a mujeres víctimas de violencia, esclavitud sexual o tratos denigrantes.
Para obtener el modelo de solicitud de las ayudas e información adicional se utilizará la cuenta de correo electrónico solidario@asociacionaloja.org
Para información adicional sobre la ASOCIACIÓN ALOJA ESPAÑA:
Contacto: Félix Campillo García (presidente)
Tfno.: 91 125 68 00
Fax: 95 026 47 49
